18.1.16

Martín Muñoz de las Posadas, mucho que disfrutar

Texto y fotos: Juan José Alonso

Martín Muñoz de las Posadas es una localidad situada en el kilómetro 115 de la N-601, al oeste de de la provincia de Segovia, en la comarca de la Campiña Segoviana y junto la comarca Abulense de la Moraña. A lo largo de la historia ha tenido sus momentos relevantes, parada obliga en el camino real de Valladolid a Madrid, siendo testigo de notables pasajes de la historia de Castilla. Martín Muñoz de las Posadas pertenece al Sexmo de Posaderas, de la comunidad de Villa y Tierra de Segovia.



El personaje más relevante nacido en esta localidad fue el cardenal Diego de Espinosa y Arévalo, llegó ha ser presidente del Consejo Real de Catilla y formó parte del gobierno en el reinado de Felipe II. Durante los años de su influencia política, la villa tuvo su mayor población. La ampliación de la iglesia y construcción del palacio, fue su mayor legado. Sus monumentos, declarados Bienes de Interés Cultural, acogen obras artísticas de autores conocidos internacionalmente.


Ligados al campo

La ocupación de sus habitantes ha compartido el campo como hortelanos y agricultores, cediendo últimamente los hortelanos el espacio a los agricultores. El viñedo, hasta finales del siglo pasado, también tuvo su espacio. Si bajamos al pueblo podemos conocer su interior y sus rincones más interesantes, qué mejor lugar para una primera mirada que la terraza de la torre de su iglesia.



A la vista, tenemos una estupenda plaza, en extensión de las primeras de la provincia, es semiporticada, se distinguen el edificio del ayuntamiento, el palacio Cardenal Espinosa y detrás del palacio -a la izquierda- la Cuesta de la Bodega. La extensión de la plaza ha permitido acoger una feria franca cada año, desde el 7 de agosto de 1569 cuando el rey Felipe II la liberó de impuestos y alcabalas durante dos semanas en el mes de septiembre, por San Mateo; además de un mercado todos los lunes de cada semana.

Nos bajamos de la torre de la iglesia para aproximarnos al palacio y verlo en detalle. Es un palacio mandado construir por el rey Felipe II para el cardenal Diego de Espinosa. Finalizada su construcción en 1572, nos presenta en la portada y en  lugar destacado el escudo del rey Felipe II. En la parte inferior soportado por dos columnas cada uno, escudos del cardenal. Si pasamos al interior, contemplaremos su patio cuadrangular. Consta de dos galerías que se comunican por una majestuosa escalinata, con peldaños de una sola pieza. Bajo sus cubiertas de pizarra contiene una amplia bóveda, totalmente diáfana, a la espera de aplicarle usos, al igual que todo el interior del palacio.



En la plaza podemos situarnos delante del edificio del ayuntamiento para disfrutar de una vista impresionante de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y San Sebastián. Construcciones a lo largo de los siglos, sobre la antigua construcción de una fortaleza musulmana, recogiendo variedad de estilos arquitectónicos, desde estilo mudéjar hasta renacentista. Pasando al interior, es capítulo aparte y entran dudas de qué imágenes pueden ser las más significativas, pero lo intentaremos



Al fondo se aprecia la cabecera del templo, destacando el retablo del altar mayor, se distingue, al fondo a la izquierda, la estatua orante del cardenal Espinos, obra de Pompeyo Leoni. Cada rincón del interior sorprende con diferentes detalles y, cómo no, el interés de muchos visitantes se centra en contemplar el cuadro ‘El Calvario’, obra de El Greco.

Una densa historia

Es difícil resumir los diferentes acontecimientos históricos de la Villa de Martín Muñoz de las Posadas y de las obras artísticas que contiene, requiere un análisis minucioso y una visita pausada. Si nos damos una vuelta por su entorno estamos en la misma situación, restos de construcciones, lugares estratégicos en cruces de caminos, espacios para las hortalizas, cereales, pinares, riberas, antiguo molino. Demos una pincelada: en el paraje del Espino, ruinas de la ermita del mismo nombre, en un lugar privilegiado y con la vista de las riberas del río Voltoya.



Puente del Naranjo, en el paraje de la Irvienza, sobre el río Voltoya y anexa una antigua construcción de un molino, actualmente en ruina. Son piedras que han visto el paso de ganados, transeúntes, cargas de cereal para la molienda, riadas y multitud de vivencias.



Otro lugar entrañable para los habitantes de Martín Muñoz de las Posadas, la ermita de  la Virgen de Nuestra señora de la Cabeza, de la historia más reciente (año de 1959) y ubicada en el Navego. Cada año, el primer domingo de agosto, se celebra una romería en la que se disfruta durante toda la jornada de la convivencia entre familiares y amigos compartiendo la comida.

Fuente: argi.es
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